viernes, 2 de septiembre de 2011

Infantil

Ya estoy en infantil.

Infantil es el cole nuevo. Al entrar en clase hay una percha bajita para colgar la mochila con el desayuno; en la mía hay una foto que pone: “Aroa”. Cada día toca una cosa diferente: los lunes, fruta; los martes, bocadillo; los miércoles, libre; los jueves, yogurt y los viernes no `mecuerro´, pero mamá lo tiene apuntado en la nevera.

Mi seño tiene gafas de seño y se llama Ana. El primer día de clase se enfadó porque algunos niños no habían traído el material para trabajar. En mi clase está Carlos, Francesca, Sara y más niños. A ´Juanantoñio´ no lo conocemos, porque todavía no ha venido.

Me han apuntado al comedor. En el comedor hay mesas, sillas, fruta, zumo y una seño que me ayuda con la cuchara: se llama Carmen y me pone la mano así debajo de la barbilla, para que no me manche. El otro día no tenía más ganas de comer y ella me dijo que los garbanzos que se quedan en el plato se ponen tristes, porque quieren estar con sus amigos en la barriga de Aroa. Pobrecitos, pobrecitos… Y me los comí. Al rato, me dio una arcada y salieron todos al pasillo. Entré al lavabo porque el semáforo de la puerta estaba en verde y eso es que no tengo que esperar. Hice pipí y me lavé las manos y la cara. Cuando volví al pasillo ya no estaban los garbanzos porque se los habían llevado en la cubeta de fregar; pobrecitos, pobrecitos…

El próximo día que haya garbanzos me los voy a comer todos y les voy a cantar la “cansón” que aprendimos en clase:

“Des-pa-ci-to y sin em-pu-jar, mi amigo va delante y yo voy detrás”.

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