viernes, 2 de septiembre de 2011

Odie

Me han regalado una “Nintendog” pequeñita. Tiene una pantalla donde aparece Odie, que es un perro que ladra y todo. Con el lápiz, pincho y le doy de comer, lo baño y le compro cosas. También le puedo poner música y sacarlo de paseo. Pero lo que más le gusta es jugar con la pelota. La pincho y la empujo al fondo de la pantalla, y él va corriendo y me la trae en la boca. Entonces le doy una chuche de mentira, y mueve el rabito porque está contento.


También lo puedo llamar: acerco la boca a la pantalla y digo: “Odie, ven” y viene.


Esta mañana, Odie y yo hemos jugado con el tubo de las pompas. Soplas por el agujerito y aparecen un montón de pompas de colores en la pantalla. Odie corre de un lado a otro para pillarlas. De pronto, la pantalla se ha puesto negra y me he quedado muy seria. Lo que pasa es que a mamá se le ha olvidado traerme el cargador a casa de la abuela y por eso no he podido despedir. Y lo malo es que ahora no se enciende la “Nintendog” y seguro que Odie me estará buscando por ahí.

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